domingo, 23 de junio de 2013

Este era un rey que tenìa...

Desmembrèmonos, desenredèmos, deshilachèmonos y quememos el lavarropas,
rompamos los focos, lloremos a rìos y ardamos eternos
mi tristeza se desdobla y se despliega como un cartelito olvidado en el fondo del bolsillo.
Desarmando mi origami magistral me encuentro, con la ùnica poesìa que existe, la ùnica que alcanzo, a tropezones recordar. Y estoy protegida bajo el brazo de la madre de las madres, de las tormentas y huracanes. Sus pelo cae en mis hombros, sin vinchas ni permanente de barrio. Me deja dormir hasta tarde sin sacar mi taza de la mesa, y siempre se las arregla para chantearme un poquito de crema.
Es el mensaje, es la lamparita despuès del cuento, que se apaga...ahì viene el beso. Buenas noches.
Te quiero

domingo, 16 de junio de 2013

El beso




Me desintegro y envuelta en viento salgo a buscarte. Vuelo tocando las puntas de los árboles, acariciándolas y así te llamo.
Soñé con tu beso; beso negro, envenenado, vengativo. El beso sano me lo diste, el enfermo quedó trunco en tus labios.
No nació gracias a los míos, volvió a tu ser y a tus entrañas.
Mecanismo perfectamente diseñado, por el cual, cada uno se hace cargo de lo que genera. Eso no era mío, sino tuyo y al tocar mis labios correría el riesgo de adueñarme de él; sucio gusano negro, parásito de una  y mil vidas  pasadas. El escudo de todas las familias por las que alguna vez pasaste fue ese.
Desde este cielo límpido puedo ver miles de escudos: gusano, chacal, cucaracha, gusano de nuevo y para siempre.
Y no es que yo no tenga escudo sí seguro que lo tengo pero por alguna razón mi escudo es el que me deja volar, el que me hace escribir, el que me invita a soñar.
Ahora es cuando dejo de llamarte y me llamo a mí. El beso que me doy es bermellón; me lo doy en la mano directo y sin rodeos, pues, es difícil soltarlo al viento y direccionarlo a mi propia boca.
Soltar siempre es difícil, la última astilla se adhiere a la piel como ninguna.
El dolor como objeto se perdió para siempre mientras, me experimento con amor en mi unidad y vuelvo a llamarme cada vez más fuerte. Despojándome de capas…como una cebolla.





viernes, 7 de junio de 2013

Extrañando




Tengo una sensación tan rara. Sé que estoy buscando algo, algo   que alguna vez reconocí pero no logro recordar.
Cuento con piezas de un rompecabezas  sueltas, algunas boca abajo que pasan desapercibidas, otras vuelan por el aire y una que otra, me anda buscando por el mar porque lo que busco me anda buscando; lo que llamo me anda llamando pero los ojos, los ojos que están hechos para ver no ven.Hay un velo de emociones incontenidas que los cubren, una columna húmeda delante de esos ojos infinitos que no pueden disimular la nostalgia del que extraña, del que añora, vale lo mismo si es algo que se recuerda o no; extrañar siempre duele porque el vacío en cualquiera de sus formas lastima .
Y mis manos que están hechas para tocar, inexpertas como son  llenas de una sensibilidad absoluta, pero temerosas. Aunque tengan miedo  sirven para acariciar, para recorrer, para trazar caminos y colorearlos. Sí mis manos también te llaman (mientras escucho que me  llaman).
Y yo acá busco, busco  en silencio, entonces,  ese recuerdo que grita mi nombre  se enciende como una antorcha, como un faro en el medio del mar guiando a mis barcos y navegantes.

Ahora las manos no tienen miedo de recorrer los mapas, ni de atar sogas o de la brisa  porque cuando estoy en mis barcos es la misión la que llama y con el  destino en mis manos; el destino son mis manos.