sábado, 31 de marzo de 2012

Busqué en momentos oportunos, y los indebidos también. Busque en tu iris ,
en tus pupilas y en el olor de tu piel.
 Lo que entrebate dentro mío nunca nadie lo sintió.
 Las mareas de mi interior ningún marinero las adivinó.

Siempre pido prestadas algunas palabras para juntar y desplazarlas
Las ordeno como un juego para transformarlas, a veces , en miradas.
Imposible amoldarlas ni expresar en sonidos lo que crece en mi.
Si fuera una canción jamás la terminaría de escribir.

Pero lo inmenso que anida aquí  nunca nadie lo conoció.
Lo que emerge de mi pecho sólo lo entiende el sol.

Sólo yo sé lo que vibra en los recovecos de mis más profundos secretos.
Es... lo que la seda sugiere a viento.

Es mío y para vos y sé que en ese mundo sólo existimos nostros dos.



  Lausen