Cuando tu pareja te pregunta ¿cuándo seremos más normales? es el mejor momento de tu relación. El problema de ella es que él nunca se lo había interrogado, razón por la cual ese día había decidido rechazar su invitación al cine (tan tentadora por cierto, no por él, por el cine).
Ya todo era muy lineal, se había consumido la sorpresa en un vaso de rutina agobiante. Todo una vez más, como ayer, como hicimos la semana pasada, no la pasamos mal pero ¿qué se yo?, ya nada es como la primera media hora del primer día en que se conocieron. No se respiraba oxígeno en ese ambiente. Cansada ya de esos pensamientos, enciende un televisor y suena el teléfono. Un imprevisto la hizo abandonar su cómodo sillón donde leía. Pero, antes de salir, por el capricho de un urgente cambio, se puso un buzo amarillo.
Chillón.
