martes, 21 de enero de 2014

Un cuaderno


Sí ya sabemos se te perdió el cuaderno.Ahora es cuando empieza el monólogo, porque los cuentos son privados y aunque el cuaderno no tenga tu nombre o tu teléfono seguramente cuando tus cuentos sean leídos tu figura, como un holograma, aparecerá adelante del lector y si el lector no tiene la suerte de conocerte puede leer entre líneas y descubrir tus datos.
Porque no hay mayor humillación que esta. Es peor que cuando el abuelo te vio desnuda. Porque por lo menos ahí, al corazón lo disimulaba la piel.En cambio acá, en este cuaderno todo está expuesto nada se disimula. Las vísceras sobre la mesa de disección. Mesa que tal vez, al lector le parezca familiar.
Y¿quién te dice? tal vez el lector ponga sus vísceras en la mesa, esa misma que una vez ocuparon las tuyas y escriba un cuaderno de cuentos que pierda algún día y venís vos a encontrar el cuaderno justo  para darte cuenta  de que  lector y escritor son uno solo.