Sí ya sabemos se te perdió el cuaderno.Ahora es cuando empieza el
monólogo, porque los cuentos son privados y aunque el cuaderno no tenga tu
nombre o tu teléfono seguramente cuando tus cuentos sean leídos tu figura, como
un holograma, aparecerá adelante del lector y si el lector no tiene la suerte
de conocerte puede leer entre líneas y descubrir tus datos.
Porque no hay mayor
humillación que esta. Es peor que cuando el abuelo te vio desnuda. Porque por
lo menos ahí, al corazón lo disimulaba la piel.En cambio acá, en este cuaderno
todo está expuesto nada se disimula. Las vísceras sobre la mesa de
disección. Mesa que tal vez, al lector le parezca familiar.
Y¿quién te dice? tal
vez el lector ponga sus vísceras en la mesa, esa misma que una vez ocuparon las
tuyas y escriba un cuaderno de cuentos que pierda algún día y venís vos a
encontrar el cuaderno justo para darte cuenta de que lector y
escritor son uno solo.