La puerta de la abuela Sagitario tiene pintado un mar. Dependiendo, del estado interno de la persona que golpea podemos observarlo agitado, calmo, desatando un tsunami, recorrido por gaviotas en forma de pensamientos o pensamientos en forma de gaviotas(todavía no lo sé bien).
Una vez me paré en frente de aquella puerta; perdida estaba y sin rumbo.
Aquel día el faro se quemó y 3 barcos cargados de espejos naufragaron...el mar plagado de olas y espejos fue la imagen que siguió.
Me miro: sí yo luz redonda que reboto en un espejo, luego en otro y así hasta el infinito ¿cuál de todas esas soy yo?.
Las gaviotas revolotean mientras, yo acá escucho ruido, mucho ruido y el mar se agita. Ahora, él es el que se refleja y ante el reflejo va cediendo la calma, esa calma marina.
Entonces me miro de nuevo y me busco mar, pero sin confiar en el reflejo que fue lo que me perdió durante millones de años.
